La geotermia se utiliza para generar electricidad o climatizar cualquier tipo de estancia. Para producir electricidad se necesitan temperaturas de 100ºC. En cambio, para climatizar es suficiente con 35ºC en el caso de suelo radiante, 50ºC para los radiadores y 55ºC para el agua caliente sanitaria (ACS). En el País Vasco, la temperatura del subsuelo a unos 100 metros es de unos 15ºC. Por lo tanto, se necesita de un sistema que acomode esta temperatura a la necesaria en el calentamiento y enfriamiento de una vivienda. La instalación se completa con un acumulador de agua caliente sanitaria, con un inversor de ciclo y un sistema de calefacción por suelo radiante o por radiadores.

Para extraer la temperatura del terreno se realizan una o varias perforaciones de hasta 150 metros de profundidad. Se insertan unas sondas por donde circula el agua, que es la que recoge ese calor y lo lleva a la bomba de calor o de intercambio geotérmico. Esta bomba capta esa temperatura y la acomoda a la temperatura necesaria.

Gracias a utilizar dicha temperatura, la geotermia consigue unos rendimientos del 450-500%, esto es, sólo se consume aprox. un 20% de las necesidades de la vivienda. Conseguimos así un ahorro energético de alrededor del 80% con geotermia en obra nueva.

Estamos ante un sistema de calefacción muy eficiente. Las bombas de calor geotérmicas son capaces de generar 4-5 veces más energía de la que necesitan para funcionar. Nos encontramos, sin ninguna duda, ante el sistema más eficiente del mercado. Con un solo equipo, puede cubrir todas las necesidades de climatización de su hogar.

Además, se trata de un sistema muy económico. Aunque es cierto que la inversión inicial es alta, a la larga es mucho más barato que los sistemas de calefacción convencionales como las calderas de gasóleo, gas o radiadores eléctricos. Verá reducida su factura de la calefacción todos los meses.