En España hay un gran número de viviendas ineficientes por las que se escapa hasta el 80% del calor que emiten los radiadores.
De las más de 25 millones de casas construidas, 23 millones no tienen requerimientos de aislamiento térmico o éstos son mínimos, según la antiguedad y normativa aplicable. Casas que en las que después de apagar la calefacción, se pierde en pocas horas todo el calor generado. Así que acabamos pagando cuantiosas facturas por un calor que acabamos perdiendo.
Como constructora de casas ecológicas, pretendemos que esto no ocurra, y por ello apostamos por el diseño y construcción de casas con criterios pasivos sin renunciar a que sean también viviendas económicas y sostenibles e incluso en algunos casos, casas pasivas certificadas. Todas ellas son construidas especialmente para mantener el máximo de calor en el hogar con un minimo gasto energético.
Las de hormigon celular o de madera como material base, suelen ser una de las opciones más demandadas, ya que casan perfectamente con el concepto de vivienda Passivhaus.
El interés por este tipo de construcciones está creciendo sustancialmente en los últimos tiempos y es que, además de ser muy eficientes y contar con un mínimo consumos energéticos, también ofrecen muchos más beneficios a sus usuarios, como veremos a continuación.
¿En qué consiste el Passivhaus?
Es el más exigente en materia de eficiencia energética. Un edificio Passivhaus es sinónimo de confort, salud, sostenibilidad y calidad de vida. Y también estética, ya que el diseño de una casa pasiva no implica renunciar a una vivienda elegante y atractiva. Lo funcional no está reñido con ello.
Consiste en una serie de medidas constructivas que hacen que un edificio tenga una eficiencia energética muy alta, consiguiendo ahorrar hasta un 90% de la energía de calefacción o refrigeración que consumiría en condiciones normales un edificio convencional, además de aportar un alto confort con una gran calidad de aire interior.
El estándar Passivhaus busca:“optimizar de manera exagerada las ganancias de calor y reducir al mínimo posible las pérdidas de energía de la vivienda en invierno, y al contrario durante el verano”
En los últimos 10 años ya se han creado más de 65.000 edificios en Europa con el estándar de Passivhaus (residencias unifamiliares y multifamiliares, escuelas, fábricas, museos, centros comerciales y edificios de oficinas). Nuevos o rehabilitados.
Una gran parte de ellos han sido controlados exhaustivamente por el PassivHaus Institut, para analizar y verificar su rendimiento durante su inicio y hasta nuestros días. Incluso los organismos gubernamentales de otros países europeos han adoptado normas del estándar de la casa pasiva en sus políticas de desarrollo.
Una vivienda Passivhaus no tiene una forma determinada, ni está construida con un material específico, ni con un sistema constructivo determinado, sino que representa una manera de construir que se puede aplicar a cualquier tipo de construcción.
¿Es lo mismo una Casa Pasiva y una Passivhaus?
Aunque parten de la misma idea, hay una pequeña diferencia. Una Casa Pasiva habla de una vivienda con un gran comportamiento energético. Basado principalmente en la orientación, aislamiento, hermeticidad o materiales especiales. Lo que conlleva un ahorro en el mantenimiento además de un mayor confort.
Pero la medición o precisión de este comportamiento para saber cómo de pasiva es la vivienda depende de quién la proyecta. Sin un control externo y sin obligación de cuantificar la vivienda. Es decir, qué transmitancia tienen esos cerramientos. Cuántas renovaciones hora tiene la vivienda. Qué demanda existe medida en kWh/m²/año.
Ahí es donde aparece el concepto Passivhaus, que se refiere al certificado que otorga el Instituto Passivhaus como organismo externo y objetivo, que comprueba que la vivienda cumple con los requisitos del estándar. Esto supone la garantía de que se cumple lo que se dice.
Por tanto, todas las Passivhaus certificadas son casas pasivas, pero no todas las casas pasivas son Passivhaus. De hecho y sin pasar ese certificado, no podemos tener datos tan precisos y por tanto certeza o garantía de cómo de bien se comporta esa casa.
¿Qué ventajas aporta el Passivhaus?
- CONSUMO DE ENERGÍA CASI NULO. Un ahorro de hasta el 75% de la energía total consumida, y un 90% de la energía empleada en calefacción o refrigeración.
- AHORRO EN LA FACTURA ENERGÉTICA, minimizando el coste de calefacción/refrigeración en un 85-90% respecto a una vivienda convencional.
- NIVEL DE CONFORT TÉRMICO ALTO. Se pueden alcanzar valores de 20ºC en invierno, consiguiendo una atmósfera uniforme, sin superficies frías ni corrientes de aire y con valores menores a 25ºC en verano.
- GRAN CALIDAD DEL AIRE INTERIOR. El sistema de ventilación mecánica renueva el aire interior constantemente de manera imperceptible, aportando aire limpio y expulsando el viciado. Además, es capaz de filtrar pólenes y partículas nocivas, eliminando olores desagradables.
- RESPETO AL MEDIO AMBIENTE. El 40% de la energía consumida en Europa es asumida por los edificios. Reduciendo hasta un 90% nuestro consumo, junto con el uso de materiales ecológicos y de energías renovables, estaremos aportando nuestro granito de arena a un futuro sostenible.
¿De dónde surge?
El estándar Passivhaus, que ahora está ganando una especial relevancia en España, tuvo su origen en Alemania a principios de los años 90 como respuesta al creciente interés en la sostenibilidad y la eficiencia energética en la construcción.
Fue desarrollado por los investigadores Bo Adamson y Wolfgang Feist en esa década, y la primera casa Passivhaus se construyó en Darmstadt, Alemania, en 1991. Desde entonces, se ha expandido globalmente, con más de 65.000 edificios en Europa construidos o renovados según este estándar en los últimos 10 años.
Las edificaciones Passivhaus se encuentran ahora en diversas partes del mundo, desde Europa hasta América del Norte y Asia, y su popularidad sigue creciendo debido a sus beneficios tanto ambientales como económicos.
¿En qué se basan las viviendas Passivhaus?
Las viviendas Passivhaus se distinguen por su enfoque en la eficiencia energética y el confort interior. Se centran en reducir al máximo la demanda de energía para calefacción, refrigeración y ventilación. Se logra mediante un diseño meticuloso que incorpora un alto nivel de aislamiento térmico y evita las pérdidas de calor o refrigeración no deseadas. Su diseño se basa en 5 principios:
Aislamiento óptimo
El aislamiento dependerá de cada proyecto y sistema constructivo elegido y de su localización, orientación, forma, etc… El aislamiento térmico consigue que el conjunto de los elementos de la envolvente (paredes, techos, suelos) sean poco conductores, para impedir la pérdida de calor en invierno y la ganancia en verano.
Carpintería exterior
Se utiliza carpintería de gran calidad ya que los huecos en fachada y cubierta son los puntos débiles de la envolvente del edificio. Se debe contar con marcos y vidrios de altas prestaciones, rellenas de gases nobles que mejoren las propiedades térmicas y que eviten las pérdidas y las ganancias de calor a través de ellos.
Sistemas de ventilación mecánica con recuperación de calor (VMC):
La alta hermeticidad implica que la ventilación del edificio deba realizarse necesariamente de forma mecánica. Esta circunstancia permite que la calidad del aire interior siempre sea el óptimo ya que se reducen las concentraciones de CO² interiores y se evita la entrada de partículas contaminantes del exterior gracias a los filtros incorporados en las máquinas. La ventilación mecánica puede contar o no con recuperador de calor.
El aire que se respira en una casa pasiva es limpio, pues elimina la entrada de polen o ácaros. Además de otras sustancias nocivas para la salud, por ello es ideal para aquellas personas con alergias o problemas respiratorios.
Hermeticidad al aire
La hermeticidad tiene que ver con las infiltraciones de aire incontroladas que se producen a través del encuentro los diferentes materiales de construcción o componentes. La hermeticidad tiene gran influencia en el consumo. El control de la hermeticidad se determina a través del ensayo de presurización diferencial denominada Blower-door. La hermeticidad aporta adicionalmente un elevado aislamiento frente al ruido.
Minimización de puentes térmicos
Los puentes térmicos son esos puntos de la envolvente de un edificio por donde traspasa mayor cantidad de energía que la que debería pasar.
Un puente térmico hace que el calor se escape de la vivienda rápidamente. Facilitando que los puntos fríos sean un foco idóneo para la aparición de humedades de condensación que generan mohos. El estándar Passivhaus garantiza un reparto por igual de la energía por toda la vivienda.
Para evitar estos puentes térmicos, se diseña y construye utilizando detalles constructivos adecuados y materiales aislantes de calidad.
Colaboración y certificación
Para alcanzar dicho objetivo, la colaboración entre arquitectos, ingenieros, constructores y otros profesionales es esencial. Nos toca, por tanto, ser muy rigurosos en los detalles de instalación. Esto implica habitualmente trabajar con un consultor especializado y usar un software específico de modelado.
El certificado PassivHaus es un documento que garantiza su cumplimiento y que la vivienda funciona como tal. No es obligatorio optar al certificado para que la construcción haya seguido criterios pasivos en su proceso constructivo. La certificación se inicia en la fase de inicial del proyecto y finaliza con la evaluación final de la vivienda cuando acaba la obra, pudiendo optar a tres tipos de certificación:
PassivHaus CLASSIC:
- La demanda de Energía Primaria Renovable será <60 kWh/m²
PassivHaus PLUS:
- La demanda de Energía Primaria Renovable será <45 kWh/m²
- La generación de Energía Primaria Renovable será >60 kWh/m²
PassivHaus PREMIUM:
- La demanda de Energía Primaria Renovable será <30 kWh/m²
- La generación de Energía Primaria Renovable será >120 kWh/m²
Estos requisitos han de ser diseñados mediante herramientas informáticas específicas (PHPP) y comprobados al finalizar la obra, lo que otorga garantías de calidad al edificio.
¿Es rentable construir una casa pasiva?
Pero puede que haya también una serie de aspectos que no estamos teniendo en cuenta en dicho sobrecoste inicial, que pudieran ser destinados a otras inversiones más ecológicas (compra de un coche eléctrico o de eletrodomésticos más eficientes) y que bien merece una valoración adicional. Por ello, es fundamental, estar siempre bien asesorado para tomar las mejores decisiones a la hora de construir su nuevo hogar.
