Muchas veces suponemos que para construir una vivienda en condiciones, es necesario contar con una casa de grandes superficies, pero la realidad es que con la ayuda y el asesoramiento correcto, también podemos crear ambientes muy especiales, con una vivienda modular prefabricada de tan sólo 66,5 m².
Existen diferentes modelos que ofrecen superficies muy bien distribuidas y aprovechadas, como la que presentamos a continuación.
Aprovechando el desnivel del terreno del proyecto, el promotor sugirió crear una zona de almacenaje en la parte inferior de la vivienda. Sobre dicha cimentación apoyamos la vivienda de 66,5 m² con un porche de 15 m² incluyendo una zona para guardar el vehículo.
Una vez fabricados los muros interiores de 20 cm de grosor, el exterior de la vivienda se reviste con láminas de fibrocemento, un tipo de revestimiento muy resistente fabricado mediante una ingeniosa mezcla de fibras naturales y cemento con una esperanza de vida de más de 50 años. Además, cuenta con un acabado con una textura de veta de madera que los convierte en una alternativa duradera a los tablones de madera tradicionales sin necesidad de repintar y mantener.
Los revestimientos de fibrocemento son absorbentes y resistentes a la intemperie, por lo que mantienen las paredes secas. Pero también son de bajo mantenimiento. Los colores aplicados en fábrica permanecen intactos durante años, y cuando se ensucian, basta con lavarlos con agua y jabón.
En el interior, la vivienda modular se entrega amueblada con todo lujo de detalles. Desde una práctica cocina con una isla incorporada y electrodomésticos triple A, un salón comedor y un baño decorado al gusto de la propiedad.
En definitiva, se trata de un ejemplo de una casa modular prefabricada, la cual, a pesar de contar con pocos m² , ha conseguido crear una superficie útil muy bien aprovechada, generando una atmósfera muy fresca que nada tiene que envidiar a una vivienda más grande.
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